"Es necesario que Dios vuelva a resonar sobre los cielos de Europa", ha dicho el Papa, "es una tragedia que en Europa, especialmente en el siglo XIX, se difundiese que Dios es el antagonista del hombre, el enemigo de su libertad" un llamamiento para que regrese a la fe y se aleje del consumismo y el pecado: "Europa debe abrirse a Dios sin miedo" Esa invitación, una llamada y un desafío para Europa, pero para cada uno de nosotros.
La realidad espiritual en Europa es muy triste, falta de sacerdotes y personal consagrado, laicismo duro y agresivo, agravado por cristianos que viven a media su fe, muchos de ellos ignorantes de los conceptos más básicos para conocer, aprender, vivir y defender su fe. Sociedades donde la religión se vive puertas adentro, donde los símbolos se deseas suprimir y eliminar de los espacios públicos, parece que sufren de mala memoria, es que acaso se han olvidado cuál es su origen, el origen de su cultura e identidad. Confió se mala memoria y no una intención fría y calculada por algunos para imponerla a los otros.
Como corona de esta situación algunas comunidades religiosas – y acá me detengo y deseo profundizar entorno la vida religiosa porque siempre ha sido el oasis donde la iglesia y la sociedad ha encontrado la fresca sombra y el agua viva en tiempos difíciles y fundamento creador - pero lamentablemente se han transformado en los porta estandarte del laicismo, solapado como lo que llaman libertad – originalidad y relectura del carisma fundacional, pero miren sus noviciados, vacíos y luego se preguntan porque… y esto no solo en el viejo continente. Quien tenga ojos que vea…
Con suma valentía, como debe ser y se espera de aquellos que creemos en Cristo, el Papa continua su mensaje mencionando la Cruz: “Esa cruz, supremo signo del amor llevado hasta el extremo, y por eso don y perdón al mismo tiempo, debe ser nuestra estrella orientadora en la noche del tiempo”.
La Cruz faro seguro en medio de esta realidad, que vive en Europa y la que amenaza con instalarse entre nosotros, la Cruz, aquella que tanto evitamos y continua el Santo Padre “Cruz y amor, cruz y luz han sido sinónimos en nuestra historia, porque Cristo se dejó clavar en ella para darnos el supremo testimonio de su amor, para invitarnos al perdón y la reconciliación, para enseñarnos a vencer el mal con el bien”. Para darnos vida, sin la cruz no hay resurrección, eso nunca se nos debe olvidar como tampoco que ella es la respuesta a esta crisis, solo en su sombra podremos volver a Dios y devolverle su sitio en nuestras sociedades.
Oremos por el Papa y por su peregrinación por las tierras españolas, confiando siempre que más de una palabra dicha por el quedara en los corazones y volverá a florecer la amistad del hombre con Dios. Algunos dirán que estas crisis no son nuevas en la historia y en la Iglesia, que debemos confiar en la promesa de Cristo, claro que si, en ambos casos, pero no podemos permanecer quietos e indiferentes ante los días que nos tocan, debemos ser protagonistas y gestores de este rencuentro con Cristo.
La pregunta es ¿qué hacemos, que hago yo, que haces tú? Para conocer y dar a conocer que la verdadera libertad del hombre está en Dios.
Buena semana querid@s amig@s
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