Jesús, el Dulce y Buen Pastor, nuestro Rey
"Yo soy Rey. Para
esto nací, para esto vine al mundo, para dar testimonio de de la Verdad". (Jn 18,
36-37).
El último domingo del
presente ciclo litúrgico está dedicado a Jesús, como Rey del Universo. Esta
fiesta es la puerta que da paso al tiempo de Adviento. Y así muy pronto
estaremos celebraremos el Primer Domingo
de Adviento, tiempo que nos llevara y servirá para preparar el corazón en la espera jubilosa de
contemplar los misterios del nacimiento del Hijo de Dios.
El reinado y potestad de
Jesús, el dulce y buen pastor, no es otro si un Reino en la verdad, de vida, santidad y gracia,
en la justicia, en el amor y la paz en
los corazones y desde ellos instaurarlo en la vida de cada día. Un reinado de
la entrega total, un reinado de misericordia.
El reinado de Jesús “es
semejante a un mercader que busca perlas preciosas, y hallando una de gran
precio, va, vende todo cuanto tiene y la compra”. (Mt. Cap. 13)
Comentarios