Una reflexión que nos puede ayudar:


Un amigo me envió este comentario del blog: Sintonía Cordial, cuya autora es la Hna. Lucia Caram de la Orden de Santo Domingo, creo que resulta muy importante dado los acontecimientos que por estos días vivimos como Iglesia y sociedad.


"En el Evangelio de Juan Jesús nos dice que Él es el buen Pastor. En el Evangelio de Mateo y de Lucas, ya nos había explicado cómo obra el buen pastor, y también cómo lo hacen los ladrones, bandidos y salteadores.



El Buen Pastor sabe lo que vale la vida de cada una de sus ovejas, y aunque hayan marchado sale a buscarlas y las carga sobre sus hombros. Las carga y las atrae con ternura. Y todo pastor que no obre así, no es un buen Pastor, o al menos no lo es al estilo de Jesús.



Estos días pensaba cómo algunos se encargan de espantar al personal, -a las ovejas- y se empeñan en alejarlas del redil “quieran o no quieran”, ellos quieren que se queden fuera. Algo no funciona. Además, las vara que utilizan para medir éstos pastores son diferentes para unos y otros.



¿A alguien se le ocurrió decir que quien explota al pobre está excomulgado? ¿A alguien se le ocurrió señalar con el dedo y excluir de toda posibilidad de acercamientos a los que escandalizan con la corrupción tanto materia como moral? ¿Alguien pensó que retener el salario al trabajador es motivo de excomunión? ¿Y que los usureros están lejos del Reino? ¿Alguien condenó a José María Aznar, Busch y Blair cuando nos mandaron a la guerra?"

(¿ o aquellos que por un voto o cualquier otro tipo de compensación son capaces de renegar hasta de la fe que dicen profesar y apuestan o por lo menos abren camino para dañar al rebaño ?)



Y ahora, ¿a santo de qué se cierra la posibilidad de diálogo y se ataca sin escuchar, sin misericordia a unos que, tal vez, trabajan por un mal menor?



Invito a los lectores a leer el artículo de José Bono Martínez, los de Martín Gelabert en el portal de los Dominicos.



Ah, y cómo no, el Evangelio de Lucas 15,1-7:“No despreciéis a ninguno de estos pequeños. Pues os digo que sus ángeles en el cielo contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial. “¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las otras noventa y nueve en el monte e irá a buscar la extraviada? Y si logra encontrarla, os aseguro que se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Del mismo modo, vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños."



Todos los que no hacen como Jesús, ¿serán ladrones, bandidos y salteadores del rebaño?



(Algunos nos podríamos aplicar lo que la hermana dice, especialmente aquell@s que hablan de amor y misericordia... dijo yo.)

 Gracias a Dios existen aún quienes si creen y buscan vivir la misericordia, el diálogo verdadero y honesto.






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