Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti. [Salmo 39:7]


Haití: Entre el Dolor y la Esperanza

Unos habitantes rescatan a víctimas entre los escombros con sus propias manos; otros vagan en busca de refugio ante las réplicas.



 Los gemidos de un bebé malherido traspasan los escombros mientras un grupo de hombres saca tierra en silencio para llegar hasta él entre las ruinas. De repente, la tierra tiembla de nuevo en la capital de Haití y todos huyen despavoridos.


Todos menos Jeanwell Antoine, que, hundido entre las piedras, ya puede tocar uno de los bracitos del niño y continúa con calma su rescate. "No soy yo quien retira esta tierra. Es la mano de Dios, que ama la vida y me guía porque quiere salvar a este bebé", afirma.




 Haití necesita de la comunidad internacional, ahora toda el planeta tiene sus ojos sobre esta nación, ojala no sea solo por la novedad de la “noticia del momento”, recordemos que el hambre y el dolor caminan todos los días en esa tierra y que necesitan de nuestra solidaridad y caridad. Sino podemos entregar nada material, podemos ser conciencia, ser voz de los haitianos que no tienen voz. Quiera Dios que Haití emerja como una nación en mejores condiciones.

Pedimos a Dios que consuele a nuestros hermanos que están sufriendo y aquellos que les acompañan y colaboran , Jesús sea su esperanza y a Nuestra Señora suplicamos su socorro y amparo.





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