Recuerdo de un Viernes Santos.

Hoy vino a mi memoria un hermoso momento que viví hace ya algunos años un viernes Santos en la hermosa y por estos días dañada Iglesia del Buen Pastor de San Felipe.

Ese día una de las hermanas que formaban esa comunidad por aquel tiempo, recorría los patios del gran Monasterio con matraca en mano, llamando a las otras hermanas, a las niñas y al personal ,de lo que ahora llaman residencia juvenil, a participar de los Oficios de Viernes Santos. Todos y cada uno de los que estábamos en la casa ingresamos a la hermosa Iglesia y tomamos nuestros lugares, yo en aquella época servía como acolito de a nuestro capellán Monseñor Gustavo Córdoba, un sacerdote alto, de imponente presencia y graves modales. Comenzó la liturgia con la solemnidad y simpleza que solo se podía llevar acabo en esa casa y con esa comunidad. 

Luego de las lecturas y de la adoración de la Santa Cruz, se comenzó a escuchar un canto dulce, armonioso, luego con el tiempo pude aprenderlo y comprenderlo, pero en ese minuto para mí y creo que para la mayoría de los que lo escuchamos, era algo nuevo, salvo para las personas mayores que con profundo respeto y emoción, que se podía apreciar en sus rostros y en las lagrimas que caía por sus mejillas. Eran las hermanas, solo ellas, que cantaban el Stabat Mater. Aún hoy me emociono al recordar y vienen a mi memoria las voces y el rostro de cada una de ellas.

Las voces de aquellas mujeres consagradas que acompañaban el Dolor de la Madre Virgen quien sostiene el cuerpo del Hijo ya sin vida. Escucharlas y observar sus rostros para mí fue la más hermosa lección de amor, devoción y fe que me ha tocado vivir. Hoy muchas de ellas están en la presencia de Jesús, el Dulce Pastor y Esposo, seguramente cantando las glorias del Esposo y Señor. Pero su testimonio , sus días a días de los que fui testigo por algunos años y ese Viernes Santos continuaran acompañándome y alentándome a tratar de hacer de mi vida una alabanza, tal vez no tan hermosa como la de ellas, con mas de una desafinada en el camino de la vida, pero al fin un canto.

Comentarios

Entradas populares