Santa María Eufrasia Pelletier se supo amada y amo.

« Soy amor, y quien permanece en el amor permanece en 
Mí y Yo en él »

“Muchas voces tratan de convencernos de dejar de lado nuestra fe en Dios y su Iglesia, y elegir por nosotros mismos los valores y las creencias con que vivir. Nos dicen que no tenemos necesidad de Dios o de la Iglesia”. “Mis queridos hermanos y hermanas, si ponemos nuestra confianza en el Señor y seguimos sus enseñanzas, obtendremos siempre grandes frutos”

 “La pesca milagrosa pone de manifiesto que los Apóstoles dependían de Dios para el éxito de sus proyectos en la tierra. El diálogo entre Pedro y Jesús subraya la necesidad de la misericordia divina para curar sus heridas espirituales, las heridas del pecado”, añadió.

                                                  Palabras de S.S. Benedicto XVI en su visita a Malta.

Nuestro mundo, nuestra sociedad, nuestro país, tu y yo hoy más que nunca tenemos necesidad de Dios y de la Iglesia. Para combatir la cultura de la muerte, el hedonismo, de la falsa imagen del amor, que desean levantar su trono en el corazón del hombre. Muchas veces y la mayoría de las veces disfrazado con vestiduras de libertad y respeto a los derechos del hombre y que en definitiva terminan siendo un ataque solapado y lamentablemente eficaz a esos derechos que dicen defender.

El sello del pontificado de Benedicto XVI ha sido el Amor y el Amor Misericordioso de Dios por cada uno de nosotros « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16).

No podemos permitir que esta Verdad sea olvidada por los cristianos y por el mundo, amor de Dios que se manifiesta incluso en los momentos más difíciles o dolorosos por los que transitemos porque hemos creído en el amor de Dios: así debemos expresar los cristianos la opción fundamental de nuestras vidas, vidas que son y han sido tocadas por el amor salvador y redentor una y otra vez, aunque algunas veces no lo reconozcamos o descubramos.

 Mundo necesita saberse amado necesita de Dios y de la Iglesia, como comunidad del Amor Trinitario donde de ejerce la caridad.