Santa María Eufrasia Pelletier se supo amada y amo.

“Por la fe conquistaron reinos,

ejercitaron la justicia,

obtuvieron el efecto de las promesas”.

(Hebreos, 11, 33).

La vida de los santos está llena de miserias: han sido perseguidos y atormentados; y a pesar de todo, siempre sea han mostrado alegres y contentos en el trascurso de sus vidas, porque los consuelos que Dios derramaba en sus almas les fortalece y anima en medio todos los dolores del cuerpo y el espíritu. Míralos en el patíbulo y en las persecución , pero también en la vida diaria, si porque hoy no solo celebramos a estos hermanos nuestros que la Iglesia a canonizado, celebramos a todos aquellos que son luz y presencia de Dios en medio nuestro y que probablemente jamás veremos elevados a los altares, pero que sin duda son una sonrisa de Dios, puede ser tu vecino o vecina, el obrero, o cualquiera de aquellas personas que pasan por tu vida, puedes ser tu: aquí y ahora, derramando lágrimas de consuelo, llenos de gozo en medio de la soledad como muchos ancianos o aquella madre joven , casi niña que opta por la vida a pesar que incluso alguno que dice creer en el Dios de la Vida, la cuestiona y juzga. 

Creo hay santos entre aquellos que creemos o vemos a kilómetros de lo que nosotros creemos o dogmatizamos como la “correcta relación que debemos tener con Dios”.

Este mismo Dios-Creador y Misericordioso, que al encarnarse experimento como criatura lo que significa SER CRIATURA es tan generoso que no quiere esperar la otra vida para recompensarlos, lo hace en este mundo, como preludio del qué gozo con que seremos colmados en la Vida Verdadera, con toda seguridad ese día nos llevaremos una gran sorpresa cuando nos encontremos con algunos que creíamos no encontrar… porque descubrieron el Gran Bien todos los bienes, la Gran Bienaventuranza ,sin darse cuenta, poseen en sus corazones a Dios en medio de sus historias con sus luces y sombras, pero vividas en y con amor y misericordia.

¡Feliz Día de Todos los Sant@s ¡ y no olvides  a quienes han partido a la Casa del Padre, todos hacemos realidad y palpable la Común – unión de los Santos.


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