Santa María Eufrasia Pelletier se supo amada y amo.

Triduo Pascual

Han clavado tus manos
pero tú continuas abrazando.
Han clavado tus pies
pero tú continuas caminando.
Han destrozado tu corazón
pero tú continuas amando.

Han molido tu cuerpo

Pero Tú te has hecho Pan partido.

Han silenciado tu voz

Pero tu Resurrección grita Vida.

Libéranos Jesús Señor de la Vida, libéranos Pastor Bueno con tu Cruz, Árbol de Vida y Verdad, Cayado seguro y firme.

Libera mis manos de mis egoísmos, mentiras e intransigencias
para que yo pueda abrazar.
Libera mis pies
para que pueda caminar.
Libera mi corazón
para que yo pueda amar viviendo en la Verdad y la libertad.

Libera mi vida de la tibieza y la comodidad de una vida cristiana vivida a medias.

Porque…

Están matando tus profetas
pero tú continúas llamándome a ser profeta.
Están falsificando tu Palabra
pero tú me llamas a gritarla con mi vida.
Están debilitando tu Iglesia
pero tú necesitas de mí para construir una Verdadera Comunidad de hermanos, donde el que sirve descubre que en su servir, no necesita ya buscar ser grande.

Si, Jesús mío somos nosotros...

Nosotros, tu Iglesia  y yo continuamos, clavando tus pies y destrozamos tu corazón, con nuestras infidelidades al ofender y dañar a los más pequeños, los más humildes. Al querer transformarte en una formula ritualista y no en sacramento de unión y vida.

Cuando nos olvidamos que estamos llamados a liberar y en vez de eso encadenamos, cargamos e imponemos cruces a otros.

Cuando nuestra mesa está llena, pero el corazón vacío.

Cuando confundimos Iglesia con Jerarquía en vez de Pueblo de Dios y Comunidad de hermanos.

Cuando hablamos de tu Amor y Misericordia… y continúan existiendo lázaros, somos Epulones indiferentes que pasamos, pero no te vemos en la mujer, hombre, joven y niño, en el anciano, en el lisiado, en la prostituta, en el encarcelado, en el drogadicto, en el alcohólico, en aquellos a quienes discriminamos, incluso por creer en Tí.  

Cuando desfiguramos tu rostro mucho más de lo que lo hizo el látigo romano. Y no permitimos que otros descubran tu rostro, aquellos que te buscan y no te encuentran en mí y en aquellos que decimos seguirte y proclamamos. Has Jesús que escuchemos al gallo cuando te negamos, has que lo escuchemos cuando nos levantemos cual Sanedrín para juzgar y condenar.

Hoy continuamos clavándote en la cruz Jesús en los que proclaman la verdad sin miedos; encarcelando a los que defienden a los débiles, a los sin voz, a los desheredados de este mundo.

Y Tú, subes a la cruz, cargas mis cargas, pagas mi deuda y aun así sigues buscándome. Como pagar esa deuda de Amor que tengo contigo, sino con la única moneda que vale, aquella que compra vida… la moneda del Amor, de la gratitud.

No permitas Jesús que esos verdugos y yo, olvidemos que para que tu Resurrección fuera un grito de VIDA y la fuente de nuestra esperanza, viviste y caminaste tu camino a la cruz, así vivir nuestros propios Viernes de Cruz y morir a nosotros mismos, y en la pascua definitiva descubrir que los insignificantes de este mundo, se sentarán en el seno de Dios Padre, porque Tú eres su fiador por Amor.

Por ese Amor, porque sé que me amas , incluso a pesar de mí mismo, puedo y quiero caminar mi camino de cruz, porque sé que vas junto a mí y que cuando caiga tú me ayudaras a levantarme y cuando mi cruz pese y no pueda con ella, Tú la cargaras. Ya lo hiciste una vez. Porque sé y creo y espero en ti.

Porque Tú, eres mi Pastor Bueno, eres mi Libertad, eres mi Resurrección, eres mi Camino y Verdad, eres mi  Vida.