Santa María Eufrasia Pelletier se supo amada y amo.

« Y vosotros

¿Quién decís que soy yo?».

Simón Pedro contestó:

«Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios Vivo>> Jesús le respondió: «… Y yo te digo: piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará». Estas palabras de Jesús no hacen que un Papa sea más o menos «mediático» o simpático. Pero encierran un misterio que no se puede ignorar ni ridiculizar tan fácilmente. Un hombre, un creyente, es elegido para ejercer ante sus hermanos un servicio que supone la entrega de una vida, una misión de caridad. Misión y servicio que nace de una confesión de Fe: « Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo » Ayer Pedro , en medio del pueblo judío , en tiempo de la dominación romana- hoy Benedicto XVI y la Iglesia entera, en medio de un mundo que pretende olvidar toda referencia sobrenatural, proclama con humildad y convicción que Jesús es más que un sabio o un guía, más que una filosofía. Es el Hijo de Dios.  Esa es la gran verdad que han confirmado los Papas desde ayer a hoy, sin importar los circunstancias históricas y humanos. Todos los cristianos hemos recibido la luz para reconocer a Jesús como el Hijo enviado por Dios para nuestra salvación. Los tiempos parece caminar hacia épocas donde no bastaran las certezas de la Fe, sino que reclamarán un verdadero testimonio, el proclamar con nuestras vidas que Jesús es el Hijo de Dios y la verdadera respuesta para nuestra sociedad. Oremos por el magisterio y misión del Papa, el Siervo de los siervos de Dios, y con fe Proclamemos Tu Eres Pedro, Tu eres la piedra que Jesús hizo fundamento de su Iglesia, de su pueblo que camina día a día proclamando su fe y esperanza.