LOS DERECHOS HUMANOS, DEBEN SER PARA LOS HUMANOS DERECHOS.



La observancia y respeto de los derechos humanos en nuestros tiempos es uno de los principios básicos de la comunidad internacional, se ha convertido en una condición sine qua non para el nacimiento y desarrollo real de las naciones y pueblos. Es imposible comprender como USA que se levanta como el paladín de esos mismos derechos, los atropelle continua e inmisericordemente. Ya todos sabemos cómo se ha dado la así mal llamada cruzada que emprendieron en tiempos de Bush y continua día a día. Y en la vereda del frente tenemos a otros que justifican la muerte y el terror en nombre de Dios.

Hoy son Cuatro marines orinando sobre los cadáveres de tres talibanes en algún lugar de Afganistán. Se desconoce el origen del vídeo, aunque las primeras reacciones dan por hecho que no se trata de un montaje. Tanto el Pentágono como los marines han dicho que el asunto será investigado y que las imágenes son deplorables. Volverán los comentarios sobre las manzanas podridas y habrá que unir este vídeo a una larga lista de pruebas que, de forma muy caritativa, se presentará como ejemplo de la deshumanización de la guerra y sus efectos en sanos y robustos jóvenes estadounidenses que no osarían hacer algo así en cualquier otra situación.

Todo muy parecido a los crímenes del llamado ‘Kill Team’, que convirtió el asesinato de civiles afganos en una competición deportiva. Si eliminar civiles termina siendo una consecuencia inevitable de la guerra, profanar los cuerpos del enemigo pasa a ser una simple excentricidad. Esos cadáveres también pueden servir como instrumento de guerra psicológica con la intención de provocar a los talibanes para que salgan de su escondite. La guerra lo digiere todo, todo es útil.

No hay ninguna posibilidad de justificar estos hechos, como por el contrario sí se hace cuando una operación militar acaba con la muerte de nueve niños que estaban buscando madera. En esos casos, se lamenta que se haya producido un “accidente”, como si fuera un acontecimiento imposible de evitar.

No importa que se produzca una y otra vez. Porque dice “Nunca hay que descartar el error humano”. En realidad, cuando matan a decenas de personas porque los talibanes han actuado en tal o cual lugar ya puedes imaginar que no hay ningún límite en el uso de la fuerza. Civiles y combatientes forman parte del paisaje. El que dispara no asume ninguna responsabilidad y esto corre para ambos bandos. ”No tenemos gente al este de nuestra posición, así que pueden disparar”. Hay libertad absoluta para abrir fuego. Ya buscaremos después alguna forma de justificar la matanza. 

Ese es el pan nuestro de cada día y lo comemos y nos lamentamos, pero el mundo no hace nada y nadie de nuestros líderes políticos o religiosos levanta su voz firme para denunciar la muerte, la inmisericordia y la profanación de los vivos y los muertos.

En el nombre de Allah, el Clemente y Misericordioso -  En el nombre de Dios hecho hombre en Jesús, el pequeño de Belén, el que es la Clemencia y la Misericordia, basta de tanta muerte, de tanto dolor, de tanta ceguera y silencio cómplice.


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