La Experiencia del Perdón

Perdonar de manera radical significa liberarse de condicionamientos de vida y pensamiento que atraen más de lo mismo.

El Perdón Radical es mucho más que simple perdón, que un gesto o un momento ritual. Nace de la necesidad de descubrir en el otr@ a un hermano que ofendí o que me ofendió gravemente, pero que a pesar de aquellos no deja de ser tu hermano. El perdón nace de la experiencia viva y real de saberte necesitado del perdón, del abrazo reconciliador, por lo que no podemos cansarnos de buscarlo. Experimentarlo cambia nuestra visión del mundo y de la vida. Nos hace libres y alegres. Realmente, el perdón radical te cambia la vida. Te ayuda a conseguir la paz interior al proporcionarte los medios para soltar las viejas historias de víctima y los patrones autodestructivos que te quitan la alegría, te roban la vida.

 Implica morir a ti mismo o a la parte egoísta y orgullosa que todos en menor o mayor medida experimentamos, cuando das el paso es seguro, rápido y amable. Por último logramos reencontrarnos con nuestra vocación primera: Ser felices y libres.



Desde el domingo pasado me ha quedado en el corazón la invitación, el desafió apremiante de Jesús que me dice: "Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os calumnian" Es el llamado, la invitación, el desafió que da sentido a la vida. Amar, sin esperar que el otr@ te ame, perdonar y pedir perdón sin esperar que te perdonen. Amar porque eres amado, porque nada de nuestra realidad queda ajeno al Amor de Jesús Buen Pastor  que es el amor verdadero y el único que conoce lo que hay en nuestro corazón. Vana y vacía es nuestra vida sin el amor, sin salir al encuentro del otro con generosidad, con el corazón abierto, libre de prejuicios y con clara conciencia que cada vez que sembramos la semilla del rencor o del pecado, somos nosotros sus primeras víctimas.

En mi historia personal he vivido , experimentado y causado dolores , a veces con intención y otras tantas sin intención, cosa que me duele profundamente y que lucho por superar porque debo decir que mucho me han amado, primero Dios que me llamó y sostiene en mi caminar que tiene de luces y sombras pero que siempre aún en los momentos más oscuros he sentido su mano amorosa y luego también he recibido el amor de personas, de mi madre y familia, amigos e incluso de aquellos que han pasado por mi vida y han dejado una huella en ella.
Vale la pena buscar y pedir perdón porque nos libera, nos hace felices tanto al que lo pide como al que lo da.


«Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda>> San Mateo Cap. 5

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