Toma tu cruz...

Jesús nos dice:

Si quieres venir en pos de mí, toma tu cruz y sígueme (Mt 16,21-27) todos conocemos en lo más íntimo cuál o cuáles son las cruces que cargamos, sean estás física , espirituales , sentimentales, afectivas o de cualquier índole.

¿Cuál es tu cruz? ¿La conoces? ¿Qué experimentas cuando se presenta?

Tomémosla, abracémosla, porque arrastrada pesa más. Jesús nos llamó a la vida, en cada segundo está allí, su presencia la puedes , sentir y ver en los distintos momentos de la vida, a veces muy evidente, otras muy sutiles y silenciosa, pero siempre presencia, incluso cuando creemos que no está.

Valemos ante sus ojos, por lo que somos, no por lo que otros dicen que eres o por lo que supongan de ti o de mí. No dejemos que en el corazón, en el alma, se anide el fracaso, el dolor o que tu cruz u persona te diga que no eres digno. Qué tú y mi oración sé siempre de infinita confianza, porque sabemos que nos conoce como nadie jamás nos conocerá. En Él encuentra sentido la vida, el ser y hacer. En su amor encontramos redención.

Como bien lo dice San Agustín:“Dios nos toma como somos, pero nos transforma por su amor”

Porque el amor que Él nos ofrece no tiene medida, porque el amor verdadero no tiene medida, eso no lo podemos olvidar, el tiempo en la vida, en esta vida, es como el agua entre las manos, pasa, por tanto, no te limites , no limites su amor, no limites tu amor, descubramos la verdadera riqueza que está en un amor que se hace com-pasión, se hace servicio, el amor es justo y da a cada uno según las obras realizadas, al final de la vida seremos examinados en el amor. Si abrazamos nuestra cruz con amor y buscamos y nos servimos de ella como un medio de salvación. 

Cada día hagamos el ejercicio de agradecer a Dios por todas las contrariedades, dolores , dificultades y cruces que nos presenta la vida y que debo procurar llevar sabiendo que la dificultad no desaparecerá, pero que con su compañía y puesta nuestra confianza en Él se puede afrontar mucho mejor día a día e ir en pos de quien nos ama y nos llama, invita a seguirle.